El gato naco
Un gato naco y pobre y una gata fresa y presumida se encuentran:
-“Minina, minina ¿jugamos con el hilo?”
-“¡Ay, qué corriente eres! No se dice hilo: se dice estambre. Y no, no quiero”.
Triste, el felino se aleja, pero más tarde regresa:
-“Gatita, gatita ¿jugamos en el pasto?”
-“¡Mmm, pero qué ignorante eres! No se dice pasto: se dice césped. Y no, no quiero”.
El gato, todo desilusionado, se sienta enfrente de la gata. De pronto, pasa un ratón en medio de los dos y dice el gato:
-“Gatita, gatita, ¿Cogemos al ratón?”
-“¡Uf, pero qué naco eres! No se dice al ratón: se dice al rato y sí… ¡sí quiero!”